Un poco de historia
Hacia la segunda mitad de la década de los noventa del siglo pasado, un grupo de personas que compartían el ser familiares de personas con Alzheimer o con otras demencias, deciden aunar esfuerzos y buscar soluciones ante el desconocimiento de la enfermedad y la ausencia de recursos en aquel momento.
Así pues, el 8 de octubre de 1997, Pedro Padilla Ruiz, Dolores Lara López, Juana Ortiz Lozano, Carlos Quintana Luego y Carmen Serrano Ortiz, fundan la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Tomelloso (Afal Tomelloso)
Comenzó con muy pocos medios personales y materiales pero con mucha ilusión y ganas de trabajar por mejorar la calidad de vida de las familias que convivían con el Alzheimer. Pronto se sumaron a esta primera junta Marisa Lahoz, Josefina Ruiz, Pepi Lomas, Rafaela Novillo, Gustavo Lahoz Serrano, Conchi Lara López, Josefa Mora, Alejandra Nieves Quevedo, Esperanza Trujillo Muñoz y María Antonia Rodrigañez Romero. A todos les unía la vivencia de la enfermedad en sus seres queridos y la firme voluntad de ayuda mutua a quienes vinieran después.
Ninguno de sus familiares afectados por el Alzheimer pudo beneficiarse de los tratamientos que más adelante llevaría y lleva a cabo Afal Tomelloso. Pero nunca cesaron en su empeño de dotar a la localidad de Tomelloso de un recurso eficaz en la lucha contra el Alzheimer ¡Y lo consiguieron!
El 3 de febrero de 1999, María Torres Burillo dona de forma desinteresada 2000 metros cuadrados al final de la Calle Oriente a Afal Tomelloso. Este hecho marcará el inicio de lo que Afal Tomelloso es hoy, un Centro especializado en Alzheimer de referencia, nuestro Centro de Día San Rafael, en cuya financiación colaboraron Promancha, Fundación La Caixa, Obra Social Caja Madrid, Caja Castilla-la Mancha, la Diputación Provincial de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Tomelloso, y las aportaciones desinteresadas de muchos particulares y empresas de Tomelloso a través de los numerosos actos benéficos que se desarrollaron.
Y continuamos con la ilusión primera y renovada de quienes comenzaron a hacer realidad este sueño. Con la confianza de tantas familias que han puesto en nuestras manos su tesoro más preciado, el cuidado de sus familiares con Alzheimer. Y la esperanza de continuar siendo una mano tendida a quienes padecen la enfermedad, un punto de apoyo para sus familias y un agente de información y reivindicación de derechos para los afectados ante las Instituciones y la sociedad.